Rostro de Bolivar

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Prf Seijas

viernes, 3 de julio de 2009

EL DIVINO BOLIVAR DE ELÍAS PINO ITURRIETA

EL DIVINO BOLIVAR DE ELÍAS PINO ITURRIETA

El Nombre del Padre


(ENSAYO CRÍTICO POR SEIJAS J.)



A través de la enmienda constitucional y democrática que se llevó a cabo en nuestro País durante el periodo de 1999, se despertó una serie de oleadas críticas en torno al aspecto que transformó el nombre de la Nación venezolana, donde pasó a llamarse República Bolivariana de Venezuela, lo que por consiguiente, el Académico e Historiador Don Elías Pino Iturrieta en su libro El Divino Bolívar y especialmente en el artículo denominado “El Nombre del Padre”, adjudica a este proceso de transformación como la apoteosis contemporánea del monoteísmo, significación relacionada a la figura de Simón Bolívar como una elevación de un Dios en nuestra historia contemporánea. Para Don Elías el culto al Bolívar de hoy, representando con su nombre la identificación de la Nación venezolana es visto como una traición a la historia, al liderazgo de José Antonio Páez y a los ilustres convencionalistas de Valencia, quienes según él formaron parte importante durante la transformación nacional. Don Elías afirma que identificar oficialmente la República con el nombre del Libertador significa una creación errónea, falaz y perjudicial de nuestra historia, para él, Bolívar termina con las tablas en la cabeza, su pensamiento apenas sirvió para el reto de su tiempo 1810 y 1830, lo que pensó el grande hombre fue pensado para tal época y nada mas.

Si bien es cierto que la conformación de la república surgió como una reacción en contra del proyecto grancolombino del Libertador, no debe olvidarse que esta conformación surge a través de intereses independientes de una pequeña élite que ostentaba el poder en la época, de la cual, Páez formaba parte y que al ver favorecida su economía a través de la autonomía del País traicionaron el ideal bolivariano. Recordemos entonces que una vez conformada la república elitesca de 1830, se vería afectada por las dos fuerzas que representaron el orden histórico de la Nación; la libertad y la igualdad. Estas dos fuerzas tuvieron en ciertos momentos desarrollos imprevistos que amenazaron el orden social de la Nación, según la perspectiva del Historiador German Carrera Damas en su libro El Culto a Bolívar, explica que: “el juego de estas fuerzas, amagó por momentos con trastornar – ya que el cambiarlo se saldría de lo históricamente posible - el sentido original de la lucha revolucionaria”[1]. Es por ello que el gobierno de ese entonces con Páez a la cabeza, quien personifico la traición al Libertador, se vio obligado en la búsqueda de un ideal que diese respuesta ante la amenaza revolucionaria de un pueblo que luchaba a favor del ideal Bolivariano, y es en la figura de Bolívar donde encuentra dar una respuesta a un proyecto de orden político y social necesario para la construcción de la unificación nacional.

El único y verdadero atentado que se trató de cometer en la figura histórica del Libertador fue robarle a un pueblo el amor que sentía por su héroe representativo y convertirlo durante mas de un siglo y medio en un fenómeno de manipulación de masas, donde a través de diversos mecanismos se trató de civilizar y controlar un culto que le pertenecía a un pueblo, no obstante, ese amor del pueblo por su héroe nunca fue un sentimiento estático y por ello logró sobrevivir hasta conseguir su reivindicación en la actualidad y desempolvar una figura que se encontraba sepultada en alguna parte, a mi juicio el culto a Bolívar en la actualidad es visto como una expresión popular, como un culto que dejo de convertirse en un imperativo para el pueblo y volvió al seno de su verdadera existencia, en un culto del pueblo.

BIBLIOGRAFÍA

CARRERA DAMAS, Germán. (1970). El Culto a Bolívar. Caracas: 6ª edición Alfadil (2008)

PINO ITURRIETA, Elías. (2003). El Divíno Bolívar. Caracas: 3ª edición Alfadil (2006)


[1] German Carrera Damas, “El Culto a Bolívar” p. 55.